viernes, 19 de abril de 2019

Crítica de Fernando Casiraghi (web Cultura del Ser)

REZAR  DE NOCHE    
de Darío Bonheur

EXCELENTE
 
Una niña feliz en un video. Juega, baila un poco, saluda a quien la filma. Disfruta actuar frente a la cámara. Sonríe. Ahora creció. La vemos frente a nosotros, en escena. Es una adolescente introvertida, acomplejada. En algún momento perdió su autoestima. Siente y asume culpas que no les son propias. Sufre. El texto de Darío Bonheur nos introduce en uno de los posibles mecanismos de la metamorfosis: el acoso infantil. Los personajes crecieron juntos, compartieron aulas y juegos y juntos entraron a la adultez. ¿Dónde y cómo se genera esa falta de empatía, ese desapego hacia sus compañeros, aún hacia aquellos que no dudan en calificar como amigos? La violencia, verbal y física, parece ser la forma de comunicación y todos terminan siendo víctimas. En este mundo infantil/adolescente que retrata Bonheur casi no hay adultos. No hace falta nombrarlos, sabemos que están detrás y el único al que se hace referencia, el padre de un personaje aludido, resume causas y efectos. El texto es tan claro en sus intenciones como oscuro en sus efectos sobre el espectador, sobrepasa lo meramente discursivo para ser absolutamente teatral y ante el cual es imposible permanecer indiferente.
La puesta y dirección de Adriana Garibaldi se ajusta perfectamente a ese texto. Un simple mecanismo escenográfico, un acertado uso de la iluminación y la música original de Spatooco le dan el clima justo, que en sus mejores momentos es angustiante. Los cinco protagonistas se comprometen a fondo con la propuesta, aunque Victoria Páez se destaca por la relevancia de su papel.
Una obra fuerte sobre una problemática cada vez más actual y preocupante que merece ser vista y recomiendo absolutamente.

Redactor: Fernando Casiraghi

Vista el 11/03/2019

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